El Fondo de Emprendimiento Social de Valladolid (FONDESVA) ha apoyado la creación de 39 empresas en los últimos tres años
Más de treinta mujeres se han beneficiado del programa de fondos para el emprendimiento social que desarrolla Asociación Fiare Castilla y León en el ámbito de Valladolid, con la financiación del Ayuntamiento de la ciudad. Desde el año 2016 se han otorgado ayudas reintegrables por importe de más de 260.000 euros, ayudando a la constitución y apoyo de 39 empresas. Al programa pueden acceder tanto hombres como mujeres pero los datos avalan que el 66% de las personas que solicitan una de estas ayudas reintegrables son mujeres, en su mayoría mayores de 45 años y con una trayectoria vital que ha implicado la renuncia a su vida laboral en favor del cuidado de hijos y/o mayores a su cargo.
El fondo de emprendimiento social se nutre de una aportación inicial, en este caso de fondos públicos procedentes de la administración. Mediante un proceso de selección acompañado de entidades sociales del entorno, se escogen las solicitudes que encajan con el perfil buscado (en el ámbito urbano más centrado en personas en riesgo de exclusión social, y en el ámbito rural perfiles y proyectos que impliquen asentamiento en el territorio). Tras un trabajo de apoyo al desarrollo del proyecto y una evaluación ético-social, las Comisiones de seguimiento de los fondos, en las que participa la administración, deciden si se otorga o no la ayuda reintegrable, siempre por un importe máximo no superior a los 6.000 euros. A partir de su aprobación y la firma de las condiciones de reintegro (devolución en un período máximo de 3 años y medio, con seis meses de carencia inicial y sin ningún tipo de interés más allá del IPC anual), se inicia un período de seguimiento y apoyo para hacer frente a las múltiples dificultades que pueden surgir en la puesta en marcha de cualquier empresa.
En la medida en que se realizan las devoluciones, el fondo sigue vivo, nutriéndose de las aportaciones que se van realizando por parte de aquellas personas inicialmente apoyadas. Ese fomento de la responsabilidad en la devolución supone también una motivación para las personas apoyadas.
La herramienta de las ayudas reintegrables y la gestión de estos fondos de emprendimiento por parte de la administración supone una opción innovadora en el campo del apoyo a la puesta en marcha de empresas y proyectos de autoempleo. Lejos del modelo presente en el imaginario emprendedor de apoyo a las start-up, las ayudas reintegrables pueden formar parte del ámbito de la acción social, en su faceta de oportunidad para personas excluidas tanto del sistema financiero tradicional como de prácticas financieras innovadoras. Sin embargo, también suponen un impulso a la puesta en marcha de proyectos colectivos, como cooperativas, dado que su concepción se enmarca también dentro del ámbito de la economía social y solidaria. Las administraciones que han creído en este modelo son conscientes de la novedad de la herramienta y las dificultades que pueden surgir a nivel administrativo, pero visibilizan el impacto y siguen apostando por ello, desarrollándolo como un modelo alternativo y complementario a la figura de las subvenciones.
“Las mujeres sufren en mayor medida la exclusión del mundo laboral. En muchos casos renunciaron a su trabajo y a una mayor formación para hacerse cargo de sus hijos. Las finanzas deben proporcionar herramientas que se adapten a las personas. Nuestro programa de ayudas reintegrables supone un ejemplo de cómo poner a las personas en el centro de la economía y, en este caso, feminizar las finanzas proporcionando una herramienta de apoyo para el empoderamiento de muchas mujeres, a través de su inserción laboral”, declara María Victoria de Diego, presidenta de Asociación Fiare Castilla y León.